Sé que deberías irte
y que te echaré de menos tan pronto como te vayas.
Sé que dejaré de distinguir los días de las noches,
y unas canciones de otras,
y que los "te quiero" dejarán de significar algo para mi.
Incluso los de tu boca.
Sé que te querré aunque ya no escuche tu risa
y que mil balas atravesarán mi corazón pero ninguna será capaz de matarme -ojalá lo hicieran-.
Sé que me harás más daño si te quedas que si te vas,
que pasarán noches sin rozar tus manos,
y saldrá la lluvia a pasearse por mis mejillas -como antes hacían tus labios-.
He llevado tus palabras tatuadas en mí creyendo que serían capaces de cerrar mis heridas, pero lo único que hacían era abrir otras nuevas. Luché incluso por bajarte la Luna y te quejaste prefiriendo las estrellas.
Nunca supe como acertar contigo pero siempre me encantó estar a tu lado.
Así que por favor,
no me hagas sentir culpable cuando te diga que no quiero volver a verte -porque será mentira, y me dolerá a mí más que a ti-.
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