Es de noche.
Se escuchan los coches.
Un perro que ladra desamparado.
Tu voz.
¿Tu voz?
La escucho en todas partes.
Me tienes loca. Mi cabeza te pertenece.
Yo te pertenezco.
Ojalá estuvieras aquí para decirte todo lo que siempre he querido que sepas.
Para decirte cosas que con palabras no se pueden explicar.
Quisiera mirar a través de tus ojos y matar a todos esos demonios que te están haciendo pequeño.
A ti.
A una persona tan grande.
Hay silencio.
Se escapa la Luna.
La misma que me alumbra la noche cuando escribo,
y te mira a ti cuando duermes.
No sabes cómo la envidio por poder verte soñar cada noche.
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