Siempre que dejo mi imaginación paseando de la mano del corazón me llevan a un callejón sin salida donde lo único que veo es un futuro junto a ti. No sé cómo decirles que aunque de ilusiones se vive la caída al vacío del desamor duele demasiado.
Pero se les ve tan felices que hasta mi cerebro me pide que les deje jugando con mis sentimientos un poco más.
Y es que cada vez que mis ojos se cruzan con los tuyos, le envían mariposas al estómago que, incapaz de matarlas, deja que vuelen libres hasta mis labios haciendo que se forme una sonrisa que me deja cara de tonta durante segundos.
De esas que tanto odio.
Mis pies desean echar a correr lejos hasta encontrarte, mientras que mis manos buscan desesperadamente las tuyas.
Es tanto lo que me haces que con sólo un "te quiero" pierdo el control de mí, volviéndome completamente tuya
y entonces sólo me queda suspirarte
"por favor,
no me hagas daño."
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